No eres tú… Soy yo

A lo largo de la vida hemos visto la poca capacidad que tienen los hombres al momento de hablar de algo en específico, por ejemplo los grandes dirigentes cuando van a dar sus grandes discursos se apoyan de el  texto que su jefe de prensa o alguno de sus asesores construyeron previamente, porque esa elocuencia que se mandan, no es propia de ellos. Si en realidad los pusieran hablar o a dar explicaciones sobre algo de forma espontánea, muy probablemente la cagarían más de lo que ya lo han hecho. 

Una de las mayores diferencias que tienen los hombres y las mujeres es que ellos no son detallistas como nosotras, y cuando digo detallista no me refiero a ese que regala chocolates, osos de peluche o flores, me refiero a que nosotras las mujeres nos fijamos en todo y a la hora de contar una historia contamos todo al detalle. Ellos por el contrario, hay que sacarles las palabras casi que a golpes, por ejemplo, si nosotras nos encontramos a alguien en la calle, hablamos con esa persona e indagamos un poco de su vida, cuando llegamos contamos que nos dijo y tal cual como lo dijo, parecemos una grabadora que sólo repite lo que la otra persona dijo, nos fijamos en cómo iba vestida, peinada y que accesorios tenia puestos, pero en cambio ellos llegan y dicen algo como “Oye me encontré con Carlos José…” y ya eso fue todo, de ahí en adelante hay que someterlos a un interrogatorio para que medio revelen cosas como “dijo que saludes”, “que está bien” y al rato después de unas horas como que se acuerdan de algo más y resultan diciendo sin que nadie les pregunte “ah también dijo que se había casado hace como un mes o algo así”. Yo creo que en este punto más de uno se sintió identificado y más de una reconoció a la pareja, al hermano, al papá, en fin a todos y cada uno de los hombres que han pasado por su vida. 
Pero el asunto de este post no es hablar de lo poco que se pegan a los detalles lo hombres, realmente de lo que les quiero hablar es de los problemas que tienen ellos a la hora de comunicar lo que sienten, en especial para ese momento en que se deben convertir en los verdugos y deben dar por terminada una relación, para ese momento dicen tantas cosas que a la final no dicen nada. 

A continuación van a conocer algunas de las perlas o excusas que suelen utilizar los hombres cuando van a terminarle con sus parejas y por lo general según estudios comprobados ellos hacen o dicen esto porque no son capaces de decir lo que realmente sienten, que por lo general es miedo al compromiso o miedo a seguir al lado de alguien que en realidad es muy buena para él, de la cual se va a enamorar perdidamente y que muy probablemente le va dejar el corazoncito vuelto añicos, entonces antes de que eso pase prefieren terminar con ella.

Mujeres, para este ejercicio necesitaré de toda su imaginación, por lo tanto recreen la escena en su cabeza e imaginen lo siguiente: Están en un restaurante con su pareja, él lleva unos días actuando raro (la verdad es que le ha estado enviando diferentes señales que indican que todo va mal, pero como está perdidamente enamorada de él, todo el mundo ha notado las señales menos usted, eso lo veremos en un post más adelante), sin embargo aquí están, en un lugar bastante romántico, porque les dijo que querían hablar de algo serio.  Su mente está imaginando que le va a hacer “esa pregunta” así que prácticamente está a punto de sufrir un colapso nervioso si él no tiene la delicadeza de terminar rápido con esa agonía, mientras usted espera y le da vueltas a su cabeza tratando de planear como va a responder a la pregunta, él empieza con algo así:


  • Él: Mmm y… ¿cómo has estado?
  • Usted: Biennn, muy bien realmente (claro como está pensando que le van a proponer matrimonio, pues usted está feliz)
  • Él: Eso veo, te ves bien hoy.
  • Usted: Gracias, igual tú. Oye y ¿por qué estamos aquí? (Recuerde que hay que hacer presión para que el tipo empiece a hablar)
  • Él: Ah sí, te dije que quería hablar contigo de algo serio… pero no sé cómo empezar.
  • Usted: Ah veo, pues empieza por el principio. (Si lo sé, dan ganas de cogerlos a puños)
  • Él: Pues sí… ¿Y cómo has estado?
  • Usted: Bien, ansiosa (ya le dijo que bien, pero seguramente en estos momentos está con ganas de darle una bofetada si no desembucha ya)
  • Él: Oye, ¿sabes que te amo, cierto?
  • Usted: (¿Y a este que bicho le pico?, por lo que más quiera pregúntele ya!)
  • Él: Quería pedirte disculpas por cómo me he comportado estos días, me dijiste que estaba actuando raro, pues es verdad… pero existe una razón para que esté así.
  • Usted: ¿Cuál? (¡Oh sí! llegó el momento…tranquila… respire)
  • Él: Cómo lo digo, es que… es que… siento que nuestra relación ya no es la misma, como que la cosa se ha enfriado, no sé… Por eso estaba así estos últimos días, estaba tratando de entender qué pasaba y por eso estamos aquí, creo que encontré el problema…. ¿Qué vas a pedir? Aquí venden un espagueti delicioso, deberías probarlo.
  • Usted:(¿Qué?...Sí, yo también me quedaría sin palabras, como es que dice eso y luego pregunta que va a comer, ¿es imbécil o se hace? Y usted que esperaba que le propusiera matrimonio)


**A continuación viene el discurso, nótese entre paréntesis lo que más de una pensamos al respecto y que nos moriríamos de ganas por decírselo en la cara, pero que obviamente al estar en shock sencillamente no podemos.**

  • Él: En fin… te decía que encontré el problema… y en definitiva el problema no eres tú, soy yo (obvio ellos siempre son el problema, pero, ¿pretenden que con eso nos sintamos mejor?), la verdad es que con este nuevo trabajo y la universidad no me está quedando tiempo para estar contigo y creo que mereces alguien mejor que disfrute estar contigo (¿No le queda tiempo para usted? y ¿porque para los amigos si tiene tiempo? y eso de que alguien disfrute de su compañía, claramente le dijo que él no disfruta estando con usted, imbécil), que te dé lo que yo no te doy (al menos reconoce que no es mucho lo que aporta a la relación). Y no es que no te ame, por el contrario te amo tanto que sólo deseo que seas feliz, así no sea conmigo (si claro, y ¿ahora qué? ¿Le damos las gracias?). Creo que estas últimas semanas estábamos haciendo el último intento pero no funcionó (¿Cual último intento? y  ¿Por qué no estábamos enteradas?), así que lo mejor es que continúes tu vida que sigas adelante, no te preocupes por mí, voy a estar bien (no pues gracias por quitarnos ese peso de encima, de verdad, ya estamos más tranquilas). Podemos seguir siendo amigos, nos veremos de vez en cuando si eso quieres y créeme que nada mas me gustaría que seguir teniendo contacto contigo (claro, si no le funciona la cosa con la otra nos quiere tener como un arrocito en bajo, para cuando le de hambre).
  • Usted: (Yo de usted empezaba a llorar porque, ¿qué más se hace en esos casos? Y más con todas esas idioteces con las que salió el tipo)
  • Él: No te pongas así, vamos a estar bien… enserio es lo mejor para los dos (¿qué no se ponga así? sonría entonces, seguro eso lo haría feliz. ¿Lo mejor para los dos? Pfff…Tal vez sí, a largo plazo… pero justo ahora lo será solo para él). 

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Suficiente de idioteces, lamentablemente así son ellos y con esas perlitas nos salen; puede que no las digan todas al tiempo, pero por lo menos dos de esas saldrán a luz en una conversación de este tipo. Son incapaces de decir lo que sienten y por lo tanto prefieren inventar cualquier idiotez que se les cruza por la cabeza, he oído casos en los que inventan enfermedades de las mascotas para zafarse de alguien. Lo que no saben es la reputación que les da el decir esas barbaridades, enserio hombres es mejor decir la verdad, que sea algo como: oye encontré a una vieja que me gusta más que tú, así que es mejor que dejemos las cosas hasta aquí o  me aburrí contigo, la monotonía nos acabó y creo que ya no va a pasar nada interesante entre los dos o cosas así de directas. Obviamente dolerán más, porque la verdad duele, pero es preferible a seguir escuchando eso del “No eres tú, soy yo”. Pero sé que pedir eso es como escribir una carta al niño Dios o a Papá Noel, se sabe que lo que se pide nunca llega, así que prepárese sicológicamente por si algún día le toca aguantar algo así.

Cat… 

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