¡Amigo el ratón del queso…y se lo comió!


En estos momentos me encuentro leyendo un libro que cuenta la historia de amor de dos personas que se conocieron en un tren y sintieron una atracción instantánea  y por cosas del destino resultaron trabajando juntos. Él se enamoró de ella y ella de él, pero por miedo a que la otra persona no sintiera lo mismo, se limitaron a tener una amistad. A través de los años cada uno se limitó a sufrir a su manera y se maldijo a sí mismo una y otra vez por no haber tenido el valor de gritar su amor a los cuatro vientos, y es que el miedo a dañar esa amistad de tanto tiempo. No les cuento más porque ahí quede y aun no conozco el final.

Sin embargo mientras leía encontré una frase del libro que me llamo mucho la atención y decía algo como “un hombre y una mujer no pueden ser amigos, por la sencilla razón que alguno de los dos siempre querrá algo más”. Por lo tanto me inspiro para escribir este post. Si bien es cierto en diferentes post hemos hecho relación al tema de la Friendzone y cómo identificar cuando está a punto de caer en esa zona, por lo tanto este tema no lo voy a tocar.

En este sentido me puse a averiguar más sobre si era posible que un hombre y una mujer fueran amigos, ¿y adivinen qué?, pues que según estudios científicos esto no es posible. ¿Por qué? Porque según el dichoso estudio tanto los hombres como las mujeres tienen diferentes percepciones de cómo se lleva una relación de amistad con una persona del sexo opuesto, obviamente heterosexual.  ¿Cómo así?: Los hombres son más vulnerables por así decirlo, a sentir atracción por su amiga, tanto en el ámbito romántico como en el ámbito sexual. Mientras que nosotras las mujeres sabemos que una amistad es una amistad y ahí no va a pasar nada, podemos definir más los límites sentimentales y controlar mejor esos signos de atracción. Sin embargo tenemos nuestro corazoncito y pueda que uno que otro se nos cuele por un ladito.
Este estudio también dice que los hombres sobrestiman lo que sus amigas sientes por ellos, es decir ellos siempre piensan que nosotras de mujeres queremos algo más que una simple amistad. Mientras que las mujeres subestimamos lo que ellos pueden llegar a sentir por nosotras, por lo que sostenemos y hasta en ocasiones juramos que ellos no nos ven de esa forma, porque solo somos amigos.



Y pues si nos ponemos a pensar en las relaciones que hemos tenido / tenemos con nuestros amigos, es casi seguro que vamos a encontrar señales que nos muestran que alguno de los dos quiere o quiso algo más en esa relación. Y mientras escribía este post recordé una historia de este tema, que les quiero compartir.

A “El Tipo” lo conocí cuando tenía más o menos 6 o 7 años, para ese entonces iniciaba mi primaria y desde el primer día en que llegue a ese colegio él se acercó a hablarme, de una me cayó bien por el simple hecho DE que fue el único valiente que se atrevió a hablarle a la niña nueva. De ahí en adelante todo lo hacíamos juntos, recreo, tareas, juegos…en fin todo. A medida que pasaron los años en mi casa le cogieron cariño al chinito y nos volvimos aún más inseparables. Para cuando estábamos un poco más grandecitos y por lo tanto éramos más conscientes de los sentimientos y de las bobadas esas del enamoramiento, “El Tipo” aprovecho su nuevo conocimiento y  se encargó de llenarme de detalles, que regalito del día de la mujer, que regalito de amor y amistad y regalito porque si, que regalito porque no, en fin…hasta llego a dedicarme canción y todo (si supieran la canción les daría pena ajena), pero obviamente en mi inmensa ingenuidad, lo veía como algo que un amigo quiere hacer por su amiga, no más. Para esa misma época y con la curiosidad alborotada en un recreo en el que hablábamos de como seria la vida de grandes, llegó el tan anhelado primer beso, aunque para mí fue algo del #yaque “ya que estamos aquí hablando aprovechemos y probemos que se siente”.
En fin, por cosas de la vida cada uno creció con nuevas amistades y apenas lográbamos vernos en fiestas y en eventos con amigos, y obviamente a los ojos de los demás la cosa ya no era tan normal, todos insistían en que éramos algo más que amigos, pero yo negaba todo y me mantenía en que él no me veía de esa forma (así me saludara con un piquito muy cerca a la boca cuando lo veía), sin embargo aunque me mantenía en mi posición de “Solo somos amigos” llegue a crear cierta distancia para que no confundieran las cosas. Pero un día “El Tipo” me vio hablando con uno de sus amigos, según el “hablando demasiado cerca” y supo armar el show delante una multitud.  En resumen, me dijo que no podía creer que le estuviera haciendo eso, que no podía creer que aceptara ser la nueva novia del mejor amigo, cuando se suponía yo ya estaba con alguien. De primerazo no entendía lo que me trataba de decir, porque hasta donde yo sabía, yo no estaba saliendo con nadie. Recuerdo que solo me quede ahí parada mirándolo hasta que con sus explicaciones lo entendí todo. Resulta que el amigo había conseguido nueva novia y por lo tanto le comento sobre su nuevo trofeo, que por cosas de la vida  tenía mi mismo nombre, así que “El Tipo” al vernos juntos pensó que la famosa nueva novia era yo. (Hasta ahí entendible) pero luego continuo diciendo que obviamente el ver a su novia con otro tipo le afectaba… (Sonido de grillos de fondo)…si como lo oyen, NOVIA, así con mayúscula y todo…


Sé que la historia parece irreal pero es la pura verdad, resulta que yo era la novia de “El Tipo” desde el día en que nos dimos ese primer beso y ni por enterada me había dado. El pobre había estado enamorado de mí por años y yo ni cuenta me había dado o había sido muy tonta y no había puesto suficiente atención a sus detalles y cosas. La cosa es que después de eso nada volvió a ser como antes, nos terminamos distanciando hasta el punto de no saber nada de él...obviamente después de eso me tocó aplicar el “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, cuando ya no supe de él fue que entendí que yo también había estado enamorada de él solo que no lo quería reconocer, pero como en toda historia de Corin Tellado, hasta el sol de hoy no tengo ni idea que será de la vida de ese pobre hombre (Si lo ven, que saludes).

Pero bueno, ya que les conté una historia triste de mi vida…la conclusión es que definitivamente son muy pocas las relaciones de amistad entre un hombre y una mujer que realmente funcionan y para mí que las que funcionan es porque alguno de los dos es Gay, por lo tanto no hay peligro de enamoramiento.

Pdta: Por cierto sabían que entre la lista de personas que toda mujer debe conocer, casi en primer lugar está el tener un amigo Gay. (Por ahí también me jodí, así que si conocen uno preséntenmelo).

Cat...

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