De Sapo a Príncipe Azul


Muchas mujeres piensan que el príncipe azul no existe… y de hecho no existen, es más yo solo he oído hablar de un par de príncipes: William y Henry, los cuales tienen dos cosas en común, 1. Son hijos de Lady Di y  2. Son inalcanzables. Pero bueno, el hecho es que este título de príncipe azul nos lo vendió el señor Disney, quien se empeñó en traumatizarnos desde chiquitas con la idea de que cada mujer va a tener a su lado a un hermoso príncipe de sangre azul que la ame sin importar de qué familia viene, que la proteja de todo mal y peligro, que luche por su amor hasta la muerte y sobre todo La haga feliz por el resto de su vida, eso sí, es indispensable que ese príncipe esté dispuesto a enfrentar cualquier tipo de obstáculo, desde madrastras locas hasta padres sobreprotectores.

Ya aquí empezamos mal, pues con esa idea crecimos y por lo tanto creemos que si el tipo que esta nuestro lado no tiene todas estas facultades, no es el adecuado. Y empezamos nuestra búsqueda implacable (no como en la película, pero casi) y empezamos a actuar como las típicas princesas de Disney, haciendo uso de cuanta cualidad tenemos con tal que ese príncipe azul  aparezca. Un gran error ya que si nos ponemos a mirar y a analizar a cada princesa esta no tenían nada en especial, por ejemplo:


  • Blanca nieves: Sabía cocinar, limpiar y cantar además era una experta ladrona y quién sabe si hasta era una zunga en potencia, se metió en la casa de 7 hombrecitos y sabrá Dios que les haría a los pobres con tal de que no la sacaran a patadas. Además  de eso no sabía hacer nada más.
  • Aurora (Bella Durmiente): Esa no sabía hacer nada especial solo coser y hacer locha, porque en toda la historia la tonta se la pasó durmiendo.
  • Cenicienta: Era una experta en las artes de la limpieza y la cocina, de resto era una tarada que se aguantaba los maltratos de las hermanastras y madrasta.
  • Mulán: esa sufría de discriminación y de complejo de macho, no fue capaz de soportar la presión por lo que le pareció muy fácil disfrazarse de hombre y meterse en el ejército, tal cual a la película esa G.I Jane donde Demi Moore hace básicamente lo mismo. (Personalmente prefiero la película de Moore).
  • Pocahontas: Una india cualquiera que tenía los pantalones bien puestos y luchaba por lo suyo. Es la que mejor me cae, pero al final me desilusiona porque con ver una simple cara bonita se idiotiza.
  • Jazmín: Una hija de papi y mami que no hace nada especial.
  • Rapunzel: Esa es una rehabilitadora innata de gamines, se enamora de un ladrón y logra que un tipo así cambie. La verdad es a la única que eso de la rehabilitación le funciona.
  • Ariel (Sirenita): Esa es de otro mundo, porque cuando han visto ustedes que un pescado se convierte en humano, si acaso los bagres que se hacen alguna cirugía y quedan medio decentes, pero de resto eso no pasa en la vida real.
  • Bella: La vieja tiene el síndrome de Estocolmo, se enamora de un tipo horrible que la tiene secuestrada y al final el amor entre los dos rompe el hechizo. Aburrida…!


Hay otras princesas nuevas que no son tan importantes y que no hacen nada especial pero sin duda la historia de la que sigue es mi favorita, así debería ser la historia de todas y a esta la deberíamos tener como ejemplo, si de actuar como alguna princesa se trata.


  • Tiana: Una vieja de lo más normal, trabajadora, humilde, buena amiga, buena hija, que lucha por sus sueños y que no come cuento fácilmente. Un día besa a un sapo (quien de ustedes no lo ha hecho) y lastimosamente se convierte en sapa. Después se enamora de un tonto que no tiene donde caerse muerto, se convierten en humanos y al final entre los dos trabajan para salir adelante y ser felices.


Insisto esta debería ser un ejemplo a seguir, pero ahora no es que se vaya buscar a la calle a cualquier vagabundo que encuentre con el pretexto que el pobre no tiene donde caer muerto y usted lo va ayudar a ser mejor persona y van luchar juntos por lo que quieren. Eso no va a pasar es más si hace el ejercicio lo más probable es que el vagabundo le pida algo de dinero para suplir sus necesidades y luego seguirá su camino como si la loca fuera otra.

Pero bueno continuando con el tema, muchas de nosotras a lo largo de nuestras vidas hemos estado obsesionadas con encontrar ese príncipe azul que nos traiga felicidad y amor, tanto así que hemos creído que cualquier idiota que nos salude o nos sonría, es el futuro padre de nuestros hijos. Creemos verlo en cualquier esquina, en el gimnasio o hasta en el bus, (esa del bus es la que más me gusta) o díganme quien de ustedes no  ha imaginado con que el tipo que va a su lado en el bus, con el que se encuentras tres veces por semana, toman la misa ruta, trabajan medio cerca  y obviamente es lindo, la va a mirar y casi que por arte de magia se va a lanzar a sus pies pidiéndole matrimonio. (¿Vieron que si les pasa?)

Lo peor de todo es que en el fondo sabemos que las cosas no funcionan así, que eso solo pasa en los cuentos de hadas y en las chicflicks. En la vida real tenemos que besar muchos sapos hasta encontrar el que realmente llene nuestras expectativas. El problema es que muchas veces nuestras expectativas son tan altas que de tanto escoger, nos quedamos con lo peor. Enserio, puede que en general el tipo sea bueno pero lo desechamos por unas bobadas que a la final nos pesa, y cuando nos ponemos a analizar el pasado, muy probablemente el primer sapo que besamos tenía más posibilidad de convertirse en el príncipe, que el imbécil con el que estamos en ese momento.

Entonces, he aquí mis consejos para que puedan encontrar ese famoso “príncipe azul”:


  • Tómese la molestia de conocer al sapo de turno, dele el beneficio de la duda. Aprenda de él y deje de verle el lado negativo a cada cosa que hace. Puede que después de un tiempo de ser sapo se logre convertir en el príncipe soñado.
  • Bájele a sus exigencias y si va a rechazar un sapo que sea por razones que realmente son imperdonables, como que le puso los cachos, le dice mentiras todo el tiempo, en fin.  Pero no por el hecho de que el tipo tiene un diente chueco, o porque parpadea muy rápido, o porque es más bajito o flaco que usted.
  • Busque sapos que coincidan con su estilo de vida, no experimente con alguien con el que se nota que nunca va a tener nada en común. Es decir, si usted odia el cigarrillo, pues no se meta con alguien que fume cada cinco segundos. Si a usted le gusta la fiesta y el baile, no se meta con alguien que prefiere leer y estar encerrado en la casa. Si usted odia los drogadictos no se meta con uno que la mayoría del tiempo este en las nubes por tanta droga que ha consumido. Eso es básico.
  • Quítese de la cabeza la idea de que puede llegar a merecerse un premio nobel por rehabilitar gamín. Nunca se tiene éxito a la hora de rehabilitar gamín, eso solo lo logro Rapunzel. Si el tipo de verdad se rehabilita es porque quería hacerlo, no porque usted es una vieja que hace milagros y todo lo puede. Créame, si los tipos cambian, los hacen por ellos mismos, que tal vez su motivación sea enamorarla más y permanecer a su lado es otra cosa, pero si no cambian por ellos no lo van a hacer porque usted se lo diga.
  • Dele la oportunidad de demostrarle que la quiere, pero no deje que él siempre sea el que aporta sus sentimientos, demuéstrele también lo que siente por él. No tenga miedo de decir lo que siente por el simple hecho de que es un sapo, recuerde puede convertirse en príncipe.
  • No deje que externos interfieran en su opinión. A la final quien va a estar con el susodicho es usted no ellos, sin embargo no le estoy diciendo que se haga la de oídos sordos, aprecie los puntos de vista de los demás pero no de esos que se saben que no quieren otra cosa que verla sola. Por ejemplo, si un tipo que ha estado enamorado de usted toda la vida pero al que usted no le ha dado ni la hora, le habla pestes de su sapo, dúdelo, puede que sea una reacción de celos. Pero si el comentario lo hace alguien de su familia que la conoce y que quiere lo mejor para usted escúchelo. Dicen que las mamás tienen un sexto sentido que dice que tipo de hombre es bueno para sus hijas, sin embargo no se deje engañar por ese sexto sentido, hay que ser muy observadoras ya que algunas veces el que una mamá diga algo sobre el sapo puede ser por un arranque de celos porque su bebé ya no va ser solo suya. En conclusión, no se ciegue pero tampoco se crea todo lo que le dicen.
  • No sea una mantenida, colabore y haga como Tiana, luche junto a ese sapo por los sueños de ambos, y verá que así las cosas serán más fáciles.
  • Y por último, no se desespere, no trate de buscar príncipes donde no los hay. Ya llegará el hombre que inunde de felicidad y amor su corazón. Si esas princesas con todos sus defectos pudieron encontrar el adecuado, usted también podrá.


Cat…


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