Dulce Venganza


Es muy común escuchar eso de que la venganza mata el alma y la envenena, y algo tiene de razón esta frase, pero también es cierto que al vengarse de alguien se siente un fresquito lo mas de bueno. Según la definición de venganza que da Wikipedia: “Consiste primordialmente en el desquite contra una persona o grupo en respuesta a una mala acción percibida”, según ellos una forma de equilibrar la balanza, y no podría estar más de acuerdo, pues es casi un instinto natural el pagar con la misma moneda cuando alguien nos ha hecho daño.

Pero ustedes se preguntaran ¿y esta vieja porqué está hablando de eso? Pues resulta que hace unos días soñé con un plan de venganza que he tenido guardado desde hace muchos años y que por circunstancias de la vida no lo pude llevar a cabo, sin embargo me inspiró para escribir este post. Para nadie es un secreto que cuando una mujer decide vengarse es mejor que el personaje busque un lugar donde esconderse (en su mayoría aplica para hombres, pero también aplica para las mujeres). En algo tiene razón The Mills cuando dice “Nunca subestimes al rival cuando es una mujer, es tan delicada y tan letal”. Pues en momentos de venganza somos despiadadas y en nuestros planes maquiavélicos solemos triplicar el nivel de sufrimiento, tanto que al final ese sufrimiento que nos hicieron sentir, se convierten en unas simples cosquillas en el estómago.  Si bien es cierto todo ser humano tiene en su sangre rastros de venganza, pero por alguna razón en nosotras se despierta ese instinto asesino que nos hace desear que la persona pague por lo que hizo, que se revuelque en el suelo del dolor, que derrame lágrimas de sangre, que sienta un poco de lo que nosotras sentimos y que se replantee la idea de volver a hacer algo así.

Sin embargo, algunas veces las cosas no salen como uno quiere, la rabia y el afán de hacerle pagar al personaje el daño causado, hacen que nuestros planes de venganza terminen siendo todo un fiasco. Así que para que entiendan mejor que se debe hacer y que no se debe hacer cuando se está planificando una venganza, presten mucha atención a las historias de Yulizta y Penélope.

Yulitza y Brayan tenían una relación muy bonita, llevaban dos años juntos y Yulitza jamás había tenido quejas de el Brayan, por el contrario parecía ser el hombre perfecto, no fumaba, era trabajador y sobre todo cariñoso. Brayan amaba el fútbol y la mayoría de las veces, luego de sus partidos de fin de semana y de la celebración correspondiente, este salía disparado para su casa a encontrarse con el amor de su vida, Yulitza. Sin embargo todo cambio un fin de semana de fútbol, cuando él salió como era habitual para uno de los partidos que acostumbraba jugar cada sagrado domingo, tenia ganas de vencer al equipo contrario, para luego ir a festejar con sus “amigos”. Ese día Yulitza pensó que era justo con el Brayan compartir sus gustos ya que él durante los últimos años le había demostrado su amor, así que decidió llegarle de sorpresa al partido, a ella no le gustaba el fútbol por lo que era todo un sacrificio dejar de ver las franjas de dibujos animados que suelen transmitir los fines de semana en la televisión, para ir a acompañarlo. Ella llego cuando el partido ya había empezado por lo que Brayan no tuvo la oportunidad de ver que ella había llegado para acompañarlo. Sin embargo mientras el Brayan seguía dejándolo todo en la cancha, de fondo escuchaba como desde la tribuna alguien gritaba su nombre y le lanzaba frases de apoyo bastante cariñosas.

Lastimosamente a un lado de la tribuna, Yulitza se dio cuenta de lo mismo; a unos pasos de ella, una mujer se desvivía por llamar la atención del jugador estrella, por lo que continúo en un segundo plano, sin decir absolutamente nada esperando a que el partido terminara. Al finalizar no aparto la vista del amor de su vida, pero no porque lo amara en esos momentos, sino más bien para corroborar lo que su sexto sentido le estaba gritando dentro de su cabeza. Efectivamente Brayan al terminar ni se inmuto que su amada estaba en la tribuna, por lo que se fue derechito a celebrar su triunfo con la porrista que lo había animado todo el partido, con un beso casi vulgar que dejaba ver lo agradecido que él estaba con el apoyo que ella le había dado y las ganas que tenia de darle su recompensa. Obviamente la sorpresa de Yulitza fue absoluta, ¿y quién no se va a sorprender con algo así?, la pobre aguanto las ganas que tenia de arrancarle la cabeza a la vieja y de sacarle los ojos a él, con su fuerza de voluntad al tope y el orgullo que caracteriza a la mayoría de las mujeres, fue tras él, y de una manera muy diplomática interrumpió el beso con la susodicha, con la excusa de felicitarlo por el gran partido que había jugado, pues su objetivo real era que él notara su presencia. Luego de dejarlo en shock por su aparente reacción, porque no nos digamos mentiras, los hombres que son infieles esperan que cuando los pillen, la cosa se vuelva una pelea de gatas donde la una revuelca en la otra en el piso y se arrancan las cabelleras solo por demostrar cuál de las dos debe quedarse con el premio mayor, es decir con ellos, sin embargo este caso no fue.

Yulitza destrozada e inundada de rabia, mientras se dirigía a casa pensó en su plan de venganza, el cual consistía en hacerle sentir a Brayan lo mismo que ella misma sintió. Así que decidió empezar a caerle a un tipo del equipo contrario al de Brayan y este ni corto ni perezoso le siguió la corriente, de modo que para el siguiente fin de semana era ella la porrista desenfrenada gritando a los cuatro vientos su apoyo por su nuevo mejor amigo, a fin de darle celos a Brayan para que se sintiera mal por lo que hizo, solo que su plan no surtió el efecto esperado.  Por el contrario Brayan entendió lo que Yulitza quería hacer, por lo tanto la ignoró y continúo el resto del día al lado de su nuevo amort.


Por otro lado Penélope y Francisco quienes tuvo una relación de cinco años, en la que terminaron y volvieron por lo menos unas tres veces, porque aunque Francisco la embarraba cada dos por tres ella no podía dejar de amarlo, así que a la final terminaba perdonándole todo. En el transcurso de esos cinco años se presentaron infidelidades comprobadas, mentiras, infidelidades no comprobadas, mentiras… ah y también más mentiras. La pobre Penélope lloró hasta quedarse sin lágrimas, casi todas las noches se quedaba dormida después de una larga sesión de llanto, pero como siempre francisco con su enorme talento de charlatanería la lograba conquistar nuevamente. Así pasaba el tiempo en su relación, cada tres meses pasaba algo malo, Penélope lloraba y Francisco la reconquistaba. Hasta que Penélope recapacitó, dejo la pendejada y se separó definitivamente a Francisco. Con el tiempo encontró un nuevo hombre que la quería y que no le hacía nada de lo que le había hecho Francisco en todos esos años y lo más importante la hacía feliz. Sin embargo haciendo honor a eso de “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, a los tres años Francisco apareció nuevamente en la vida de Penélope, de algún modo se consiguió los datos de ella y la empezó a llamar para decirle que aun la amaba y lo mucho que la extrañaba. 

Al principio a Penélope le molestaba que la llamara, pero luego pensándolo bien, hizo de esas llamadas su mejor arma para vengarse, ideo el plan perfecto, notifico a su pareja actual incluyendo una pequeña participación para que el final fuera perfecto. Resulto respondiendo a sus llamadas de la forma más amorosa posible y la final luego de varias semanas siendo la mujer más especial accedió verse con Francisco, en esa cita nunca hablo de lo que paso ni de lo mucho que sufrió, por su lado tampoco menciono lo feliz que era con su pareja actual, solo se limitó a alimentar el ego de Francisco con falsas esperanzas contándole lo mucho que había extrañado estar con él y más estupideces que lograron que Francisco cayera redondito a sus pies. Luego de dos meses en los que salían y hablaban constantemente Francisco se encarretó y por su puesto llego el momento de llevar a cabo el maquiavélico plan.  Desde la primera semana que estuvieron hablando Francisco le estaba pidiendo a Penélope la pruebita de amor, pero ella aferrándose fuertemente a su plan lo hizo esperar hasta el momento exacto y cuando llego ese momento, accedió ir a un motel con Francisco, se llevó un par de jugueticos asegurando que sus gustos habían cambiado y que iba ser la mejor noche para él. Se llevó la ropa más sexy que encontró un látigo, un antifaz y obviamente unas esposas. 

En los preliminares lo calentó hasta que el pobre no podía más, y para cuando ya estaba listo le puso las esposas sujetándolo a cada lado de la cama, le cubrió los ojos con el antifaz y le hizo creer que lo iba a le iba hacer sentir cosas como nunca antes nadie lo había hecho. Aprovecho el momento recogió la ropa del pobre, y se preparó para huir de la escena del crimen, no sin antes dejar evidencia de su magnífica obra de arte, le tomo una foto, la subió a Facebook y salió en busca de su verdadero amor, mientras el otro trataba de soltarse de las esposas.

Moraleja: No sea tan idiota como Yulitza no sea mediocre al planear una venganza. Pero tampoco sea tan convencida como Penélope, que aunque su venganza fue planeada y hasta interesante el tipo sabrá donde ubicarla, porque es obvio que no se va a quedar de brazos cruzados.

Tenga en cuenta estos puntos antes de ejecutar su plan de venganza:


  • Nunca planee una venganza justo después de que le hacen daño, por el contrario la herida debe sanar lo suficiente para que el golpe sea más fuerte.
  • Olvídese de la idea de “va a sentir el mismo dolor que yo sentí”, no, la persona nunca va a sentir el mismo dolor, en caso de que la venganza funcione como se esperaba este deberá sentir el doble o el triple de dolor de lo que usted sintió.
  • Nunca planee su venganza bajo el mismo estilo de lo que le hicieron a usted. Lo único que va a lograr es que la vean como una persona resentida que hace lo que sea por llamar la atención.
  • Deje que el tiempo pase, la vida da vueltas y en el momento menos esperado le dará la oportunidad de vengarse de la forma más letal posible.
  • No se conforme con planes pequeños, váyase por cosas grandes, planéelas al detalle calcule cada uno de sus pasos de forma que no existan errores.
  • Por ningún motivo deje evidencia de que usted es la mente maestra de esa venganza, entre más cuidadosa sea, menos posibilidad tendrá de recibir un contraataque.
  • Por último que su objetivo sea destruir o por lo menos debilitar el ego de la víctima, tiene la ventaja de conocerlo así que enfoque la venganza hacia donde más le duele.


 Cat...

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