¡Ábrete Tierra y Tragame!

Todas en algún momento hemos suspirado por la cita perfecta tipo chick flick, con ese encuentro inesperado, miradas van, miradas vienen, sonrisa casual, guiño de ojo, invitación a un café, conversación interesante, despedida con un beso entre la mejilla y esa parte prohibida de la boca (esquineado en palabras comunes) que para ser la primera cita es más que suficiente.

Pero para ninguna de nosotras es un secreto que a veces las cosas no salen como queremos y es precisamente ahí cuando decimos ¡trágame tierra! Y a continuación les contaré algunos de los casos que escuche en esas conversaciones de “mujeres” que acostumbramos tener.

Para empezar nos iremos a esa típica escena donde salimos por primera vez con alguien...si ese alguien en realidad nos gusta, haremos lo humanamente posible para vernos radiantes, escogemos nuestro mejor outfit, que parezca casual claro está, tampoco queremos que ellos se den cuenta de las tantas veces que nos cambiamos hasta por fin estar satisfechas, maquillaje muy sobrio (para las que se maquillan) cabello perfecto, en fin Megan Fox nos queda en pañales.

¡Pero qué pasa cuando nadie nos advierte que los cambios extremos antes de una cita no funcionan!

Alison Mosshart - tomada de la web
Resulta que a alguien que conozco se le ocurrió para su primera cita con el que pudo ser el papa de sus hijos, hacerse un cambio de look en el tono de su cabello, la idea era tener el cabello tipo Hayley Williams cuando tenía el cabello rojo, pero termino con el cabello tipo Alison Mosshart, sin poder hacer más contando que quedaba apenas unas cuantas horas para su anhelada cita. Recurrió a su mejor amiga, quien le aconsejó después de reírse por varios minutos que usara esa noche un gorro tipo bufanda (sí existe, si no me cree búsquelo en san Google)  que le cubriera todo el cabello. Ya en plena cita el tipo le pregunta por qué no se quita el dichoso gorrito que si había algo que le gustaba  de ella en fotos era su lindo cabello negro natural, el resto de la cita fue incomoda el no dejaba de ver su rara cabellera, aún no sabemos si fue tal el impacto de ver ese cabello color arcoíris pobre, el que ocasiono que el susodicho jamás volviera a llamarla.


¿Qué pasa cuando el organismo nos hace una mala jugada?


En otra situación a alguien que conozco también de forma afortunada encontró su príncipe azul, este chico tenia lo que ella podría denominar "ese no sé qué en ese no sé dónde" que le encantaba,  le gustaba leer, culto, inteligente, caballeroso... y físicamente estaba muy bien, por cosas de la vida no siempre se les daban muchas oportunidades para salir y cuando lo hacían la lluvia fue su fiel compañera, así que un café era el único motivo para verse lo que para ella era perfecto. Hasta que por fin las suplicas a San Antonio surtieron efecto, y acordaron salir en un ambiente diferente, un bar con algo de ruido cosa que tuvieran que hablarse al oído, un contacto más cercano, en fin todo parecía perfecto, pero como siempre está la piedra en el camino y esta no iba ser la excepción, resulta que justo ese día ella se sentía indispuesta pero las ganas de verlo eran más fuerte, así que decidió ir (primer error), fueron primero a comer algo, pero ella tenía un malestar terrible imposible de disimular, a lo que el muy atento sugirió que fueran a comprar un relajante muscular para que se sintiera mejor, así lo hicieron, se dirigieron a un bar conocido a tomarse algo (segundo error), el espasmo muscular se fue, pero a ella nadie le menciono que mezclar medicamentos con alcohol es una pésima idea, después de varias cervezas y risas, ella sintió la necesidad de ir al baño a devolver atenciones a la naturaleza. Con el grito en el cielo de por qué a mí, salió del baño y tristemente tuvo que decirle al chico que se sentía muy mal que se iba para la casa; para hacer más dramática y dolorosa la historia hay que mencionar que el tipo la acompaño hasta la casa que de hecho quedaba bastante retirada de la de él, la cuido toda la noche, le preparo de esas aguas que preparan las abuelas que son mágicas, le sostuvo el cabello mientras ella hablaba con el sanitario. Y como era de esperarse ELLA jamás lo volvió a buscar y creo que en ese caso ninguna lo haría.


Pero no solo nos pasan chascos cuando tenemos una cita, es inevitable que una parte de nuestras neuronas colapsen de la emoción de ver a alguien lindo en medio de tanto feo ambulante.


Sid - Tomado de la web
Hace poco alguien a quien quiero mucho tuvo que pasar por la pésima experiencia de estar en su casa agripada con cara fatal, para resumir ella y sid eran un mismo ser, para evitar que los molestos síntomas de la gripe la atacaran, tomo dos tacos de papel y los puso en su nariz, golpearon la puerta como comúnmente golpea su hermana, ella confiada se asomó la ventana a lanzar las llaves cuando ¡oh! Sorpresa el tipo que era amigo de su hermano, el que le había gustado desde pequeña, un churro en todo el sentido de la palabra, estaba parado justo en la puerta con sus ojos verdes puestos en ella; desde ese momento y hasta que el susodicho se fue, ella desapareció por completo de la vista de todos.

Y ni hablar de esos ¡trágame tierra! que nos pasan cuando ya tenemos una relación, así como le paso a una amiga cuando su pareja decidió presentarla en casa, sin duda para cualquiera eso es un paso definitivo, excepto cuando en dicha situación en la casa de los papas del novio se va la luz, y ella por sentirse autosuficiente decide bajar las escaleras sin ayuda de nadie, solo paso por alto que esas no eran las escaleras de su casa por lo tanto no las conocía y como era de esperarse, la cara de esta pobre termino contra el suelo, gracias al cielo que todo estaba oscuro y no se dieron cuenta del espectáculo, ella dijo que había sido un pequeño desliz sin mayores consecuencias, aunque le dolía hasta el apellido.

Les mentiría si les dijera que a mí no me ha pasado, (qué más quisiera), pero No, no es así, resulta que hace menos de 4 meses me di cuenta que mi barrio no solo estaba lleno de vecinos gordos, fofos, y simplones, en medio de todos había uno en particular alto,  cabello negro, ojos color miel en conclusión esta como quiere y en varias ocasiones lo veía mientras me dirigía a la casa. Mirada va, mirada viene, sonrisa va, sonrisa viene, era obvio que nos gustábamos, pero un sábado común y corriente a eso de las 4 de la tarde tenía mucha pereza de salir de mi casa  así que como tenía hambre opte por pedir un domicilio, tome el teléfono y de repente vi que mi mascota me veía con cara de "necesito salir", en realidad tenía mucha pereza de salir a llevar a mi mascota al parque, así que para evitar la fatiga, solo abrí la puerta y deje que saliera al frente de la casa, no contaba con que ella no solo iba hacer pis, si no también …. Bueno ustedes me entienden, por lo que me vi obligada a entrar a la casa para buscar una bolsa, obviamente como buena ciudadana, para recoger sus necesidades, pero cuando estaba en esas...precisamente estaba pasando justo al frente el vecino lindo, (imagínense la escena: agachada, con el teléfono en una mano y la otra recogiendo popo, en pantuflas, jean roto, blusa de esas que si te agachas se te ve todo, y con el cabello enmarañado, ASI O MAS HUMILLANTE) cuando levante la mirada y lo vi con esos ojos hermosos mirándome, parecía un tomate y no es literal, me puse de mil colores, su única reacción fue sonreír (aunque en el fondo pienso que se burlaba) y obvio yo corrí a mi casa cual niña avergonzada. Pero ojala hubiera sido solo esa vez, con él me ha pasado de todo, y es que todos tenemos esa amiga, prima o conocida que no tiene ni idea de lo que es saber disimular, me ha pasado desde ir caminando en compañía y de repente sentir un pellizco en el brazo acompañado de “ahí viene el vecino” , cuando tratas de reaccionar al dolor, te das cuenta que el “vecino” esta frente a ti y presenció todo, a lo que solo sonríe y dice "hola"; hasta actuar de la manera más torpe que se puedan imaginar frente a él, creo que a estas alturas ya es bastante obvio para él, que me gusta.

En conclusión pienso que cada vez que planeamos que algo salga perfecto, el destino siempre se encargara de reírse en nuestra cara, así que para que nos complicamos, para que tardamos horas y horas arreglándonos si ese lado natural es el que a ellos más les gusta, para que tratamos de ser perfectas para alguien más, si alguien que de verdad nos valora, nos aceptará con cuanta imperfección tengamos.

Hoy las invito a que sean ustedes mismas, a que conquisten el mundo con su sonrisa, a que aprendamos a reírnos de cada situación, a disfrutar de los pequeños momentos y sobre todo a levantarnos después de cada decepción…


Jenn

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