Cerebros de Silicona

Hoy más que nunca me siento obsoleta o pasada de moda, pero por otro lado me siento denigrada y no sé si son estupideces mías o es el viaje en avión lo que me afecto, pero para que me entiendan mejor les cuento mi historia.  Imagínense la escena: Cuatro de la tarde, 31º, aeropuerto de Palmira, el aire acondicionado golpeando mi cabello y yo leyendo uno de los tantos libros que me sacan una sonrisa boba. A mi lado un par de señoras "play" de unos cuarenta y tantos hablando del club de las princesas. Como a ustedes el nombre me despertó curiosidad por lo que disimuladamente les puse más atención.
Resulta que su tal "club de las princesas" era algo así como el grupo de amigas de la hija de una de las cuarentonas, pero este tenía marca propia. Contaban que una de las princesas estaba sufriendo un tipo de matoneo porque la pobre era muy delgada y no tenía casi senos. Para mis adentros pensé en como la juventud de ahora (soné a mamá filosófica) era tan cruel y podía tratar mal a alguien por la sencilla razón de no tener las suficientes tetas para llamar la atención, hasta me compadecí de la pobre princesa. Pero mi compasión no duro mucho, pues la historia de las cuarentonas no paraba ahí, resulta que la solución de la pobre princesa para acabar con el matoneo fue operarse las tetas (cosa que parece ser muy común por estos lados) y luego de operarse, se revolcó con el novio de la chica que le hacía matoneo (cosa que al parecer también es normal). Si usted querid@ lector(a) se quedó boquiabierto como yo, usted es de los míos.
Pero la cosa no terminó ahí, resulta que la otra cuarentona que escuchaba, preguntó la edad de la princesa "exsintetas"... tenía la esperanza que estuviera en mi mismo nivel de consternación y expresara lo que yo también estaba sintiendo y pensando en ese momento.
Mayor fue mi sorpresa cuando escuche que la "exsintetas" tenía tan sólo 15 años, ahora sí estaba en shock, mientras me preguntaba ¿cómo es posible que las niñas a esta edad ya piensen en operarse y en volverse unas pequeñas putas para demostrar a otros que son "normales"?.

Desperté de mis profundos pensamientos cuando la cuarentona que sólo escuchaba, empezó a expresar su inconformismo con la chica que había hecho matoneo...si así como lo oyen, ¿pueden creerlo? No es que este defendiendo esta conducta, ¡ni más faltaba!, pero dada la situación creó era más importante presentar el inconformismo con la actitud de la "exsintetas" frente a ese matoneo.
En ese momento odie un poco al par de viejas, pero las odie más cuando la "cuarentona escucha" decidió hacer un comentario muy acorde a la historia, "Por eso yo si preferí darle de quince a mi hija ese regalo, para que no tuviera que envidiarle nada a nadie" a lo que la "cuarentona relatora" respondió "Si, mi hija las tiene hace dos años, para este le voy a regalar la liposucción" (ahora imagine mi expresión: cara con ojos bien abiertos al igual que la boca).

¡Es enserio, no estoy inventando! Pueden entender ahora ¿por qué me siento como me siento? Por Dios es que ¿Qué le pasa a la humanidad hoy en día? ¿Qué pasa por las cabezas de las mamás de estas niñas? ¿Es que estas niñas no vienen con el paquete de autoestima integrado? ¿Cómo es que para la sociedad hoy en día es tan normal que unas niñas (porque aún son niñas) estén llenas de silicona y sean las putas del barrio? Personalmente no entiendo, pero lo único que tengo claro es que si a mis quince años hubiese pedido esto de regalo, mi mamá me daría una cachetada para que se me acomodaran las ideas y dejara de decir estupideces. Algo así debería pasar con esta juventud, pero por el contrario parece que sus actitudes "rebeldes" sólo pueden ser premiadas por sus padres cual lámpara de deseos.

Por mi lado sólo puedo decir que estoy más de orgullosa de ser una "sintetas" que no tiene la más mínima intención de llenarse de silicona y que amo a mi madre por no ser una loca como esas.



Cat...

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