Después de un largo tiempo de no
escribir, volvemos al ruedo y es que ya saben las ocupaciones del día a día,
falta de inspiración, corazones rotos (eso último es mentira), la pereza, las
borracheras (esto tampoco es verdad), el trabajo, el estudio, las maratones de
sexo (esto tampoco es cierto, o por lo menos no en la vida real, solo en sueños),
en fin… eso es lo que no ha permitido que volvamos a expresar nuestros más
retorcidos y oscuros pensamientos.
Sin embargo aquí estamos
intentando una vez más desahogarnos y compartir con ustedes nuestras más
recientes experiencias. Sé que con este post muchas mujeres se sentirán identificadas con el tema, pero… ¡no
os preocupéis caballeros! aunque el tema no va directamente enfocado hacia
ustedes, podrán reírse un rato con las cosas que nos pasan cuando ustedes nos
gustan. Y es que no nos digamos mentiras, no solo ustedes son unas huevas
completas cuando de coquetear o aparentar que no sienten nada por nosotras...
pues para su deleite a nosotras también nos pasa y podemos ser unas huevas pero
a diferencia de ustedes hasta para eso tenemos
estilo (o al menos eso creemos).
Para nadie es un secreto que
cupido es un idiota y muy seguramente anda llevado de las drogas o en plena
borrachera cada vez que hace su “trabajo”. Son contadas las veces que el
desgraciado ha podido atinar y da con las personas correctas, en el momento
correcto. Sin embargo, mientras encuentra sus víctimas, este disfruta con
palomitas de maíz y rascándose la panza
al ver como es nuestro
comportamiento cuando se nos acerca el tipo que nos gusta, nuestro amor
platónico, ese que encabeza nuestros pensamientos más perversos (en un buen
sentido bueno y en el malo también ¿por qué no?). El imbécil pareciera estar en
un stand up comedy en el que se burlan de nuestra vida amoroso-sentimental y es
que si somos sinceras nosotras damos papaya. Aquí unas de las más grandes
bestialidades que comentemos en esos momentos.
Ahora cierren los ojos e
imaginen… (No, mejor no los cierren porque si lo hacen no podrán leer). Usted
querida amiga, se encuentra sentada en su puesto de trabajo, en su silla
habitual en la universidad o hasta en el colegio (nunca se sabe), en un café,
restaurante, en fin en donde quiera, el hecho es que usted está concentrada en
lo que sea que esté haciendo, cuando de repente caminando hacia usted, viene
él, aquel hombre por el que suspira hace mucho, él, su amor platónico de hace
años, él, su compañero de trabajo por el que todas babean, él, el tipo lindo
del que no sabía su existencia hasta hace un minuto, pero no importa esta
divino… y entonces la mira a los ojos y le dice – Hola- y justo en ese momento usted querida amiga, empieza a sufrir
de los primeros síntomas, de Estupidez sin Justa Causa.
1. Sonidos
incoherentes: pareciera que al maldito cerebro sufriera un corto circuito y
usted no logra armar una frase completa, lo único que sale de su boca son
gagueos, balbuceos y hasta tartamudeará el simple “Hola”, que su cerebro después
de horas logra armar. Los primeros dos minutos usted es una idiota completa se
ríe sola, de su boca salen sonidos incoherentes, puede que hasta quiera reír
pero la risa le sale como el sonido de un marrano, o en casos extremos al
intentar pasar saliva para recomponerse y hablar como si nada hubiera pasado o
bien le sale voz de gallo o se ahoga con sus propias babas y casi muere de tos.
(bueno esto último es en los casos más extremos, pero por lo menos el
tartamudeo o el gagueo a todas nos pasa).
2. De
Sexy ni un pelo: Una vez ha superado la etapa de los sonidos incoherentes, se
ha recompuesto y está tratando de entablar una conversación medianamente coherente con el
tipo, usted querida amiga (y no lo niegue) empieza a hacer uso de cuanta
técnica de seducción ha leído en revistas o artículos en la web. Y este es uno
de los más graves síntomas porque viene acompañado de otros síntomas más
pequeños, pero que al hacerse al tiempo pueden ser mortales.
- El aleteo de pestañas: Usted querida, va a querer pestañear de una forma “sexy” para que él se fije en sus ojos y diga “que hermosos ojos tienes”, y puede que el tipo hasta lo piense, pero es que todo hay que hacerlo con moderación y por un tiempo prudente, pero si bate esas pestañas cual alas de colibrí en toda la conversación, lo mínimo que va a logar es que el tipo antes de irse le diga “no sabía que tenías un problema en tus ojos” o si le va bien el tipo se preocupara y le preguntara si tiene alguna basurita en el ojo.
- Pico de loro: ¿a quién no le gusta que el tipo de sus sueños le hable mientras le mira la boca?, yo creo que a muchas y es que podemos llegar a pensar que nos quiere besar, pero si lo miramos desde otro punto de vista muy probablemente es que tenemos un mugre en los dientes o como mínimo la marca del labial y el tipo está pensando la forma más sutil de decírnoslo. Sin embargo, si está segura de no tener nada de esto y el tipo está concentrado en otra cosa, usted querrá llamar la atención del susodicho y que mejor herramienta que los labios. Si querida amiga, usted empezara a pasarse la lengua de una forma “sutil” por el labio superior, luego por el inferior (aunque esto último no tiene nada de sexy, háganlo frente a un espejo y validen lo ridículamente estúpidas que se ven) y así. Si no funciona entonces se ira por la mordidita de labio inferior, y si tampoco le funciona querrá estirar el pico lo más que pueda, para que parezca que está meditando o que tiene una boca realmente chica. El hecho queridas amigas es que si se vieran frente a un espejo, mientras hacen cada uno de estos gestos podrían ver lo horribles que se ven, primero porque dichos “movimientos sexys” no salen de forma natural, sino que es algo actuado y por lo tanto como no son actrices ni modelos de comercial de labiales, parecerá que están sufriendo una embolia o algo así.
- Modo Bajos Instintos ON: Si imaginaron lo que imaginaron al leer el título de este síntoma, les digo algo… ¡no sean malpensados!, pero la verdad es que por ahí va la cosa. Otra forma de llamar la atención del susodicho son sus piernas y que mejor forma de hacer un cruce de piernas al estilo bajos instintos, bueno no tan así… pero sí. Estaríamos más que complacidas si al cruzar las piernas el susodicho bajara la mirada y viera lo sexys que nos vemos haciéndolo o lo bonitas que son nuestras piernas. El problema es que una cosa es la película y otra cosa somos nosotras y no falta que las cosas no salen como las imaginamos, y terminamos cual contorsionistas con una pierna casi enrollada en la cintura o mínimo le damos un punta pie o patada en las pantorrillas del pobre. Debo confesar que a mí me ha pasado y muchas veces (lo del punta pie, no vayan a pensar mal).
- Pelo al viento: Por favor deténgase a ver este video https://www.youtube.com/watch?v=2xg0Q-eOXmg. Sí, por más que lo intente… jamás se verá así, por el contrario si intenta batir el pelo de esa forma lo único que lograra es que se le meta en la boca o en los ojos y a la final parecerá que está en un proceso de exorcismo, lo cual hará que el pobre salga corriendo despavorido o como mínimo le pregunte si usted está bien o le pasa algo. Por otro lado si solo intenta pasar sus manos de una forma despreocupada por su pelo, asegúrese de haberlo peinado antes, porque lo más probable es que sus dedos queden atrapados en el proceso de modo que terminara halándoselo de una forma casi violenta. De igual forma valide que está limpio o de lo contrario al pasar la mano se le notara la grasa de tres días de no baño. Piénselo, eso no es sexy.
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