Desde hace algunas semanas e incluso meses tenía en
mi lista de libros por leer uno que particularmente me llamaba la atención pero
que en el fondo me resistía a leer. El libro es Orgullo y Prejuicio (Jane
Austen - 1813) y no es que me dé pereza leerlo, si no que dada la época en la
que se relata la historia pues como que me aburría. La verdad es que soy de las
que prefiere una historia de amor donde se diga algo así:
“Odiaba a Fulanito, y esa noche luego de hacerme el
centro de sus burlas lo odie aun mas, así que decidí no darle el placer de
llorar frente a él y salí a caminar. Mientras llovía a cantaros Fulanito me
alcanzo y entre jadeos por lo mucho que había corrido me confesó mirándome a
los ojos lo mucho que me amaba y lo mal que se sentía por haberme tratado así
todo este tiempo.”
Y no algo como:
“Jacinta sentía un gran desprecio por el señor
Fulanito y para él no era un secreto, sin embargo a la mañana siguiente
mientras ella caminaba por la pradera, el señor Fulanito se le acerco, la agarro
fuertemente del brazo de una manera indecorosa y le dijo: Jacinta concédame el
honor de leer esta carta que escribí para usted y en la que relato mis
verdaderos sentimientos”(aww tengo talento para escribir).
Sin embargo ayer mientras la gripe se apoderaba de
mi cerebro lo leí y hasta lo terminé, inspirándome así a escribir este post. No
les voy a hablar de lo mucho que me gustan los libros, no, solo quiero comentar
lo mucho que me alegra que ninguno de nosotros haya nacido en aquella época y
es que sin duda alguna de haber estado en aquella época seriamos una especie de
personas no gratas para la sociedad, pero tampoco nos sentarían mal algunas de
esas costumbres en la sociedad actual. A continuación les cuento porque:
El día a día:
Personalmente no me apasiona la idea de vivir en una época donde el día a
día para una mujer consistía en
levantarse, vestirse y dedicarse el resto del día a tender a sus hijas y a su
esposo. Y en el caso de las hijas mas grandes dedicarse a mirar por la ventana a
cuanto hombre que pasara para luego convertirlo en tema de conversación en las
reuniones de la tarde. Para el caso de los hombres era básicamente lo mismo a
diferencia que ellos tenían que salir de vez en cuando a revisar como iban los
negocios y hacer un poco de vida social cautivando los corazones de más de una
joven soltera. Sus únicas preocupaciones eran el pensar con quien se van a
casar y que la vestimentaque llevaran
fuera la adecuada todo el tiempo.
¿Se imaginan nosotros viviendo así? Yo ya me
hubiera muerto del aburrimiento, eso está bien para un día o por lo mucho dos
días, pero todos los días de mi vida haciendo lo mismo, no gracias. En ese caso
si prefiero la vida en la que hay que levantarse temprano para ir a trabajar o
estudiar, conocer gente, disfrutar de lo que nos rodea, llegar cansado a casa
en la noche a ver a los hijos, compartir con ellos y lo más importante acompañar
todas estas actividades con algo de tecnología. Para mi creo que eso es lo más
importante, la falta de un radio, un televisor un computador, o Smartphone hoy
en día será algo caótico, y más de uno me apoyara en esta parte. O si no como
hablarían con sus respectivas parejas o amigos en todo el día, como escucharían
la música que les gusta o como podrían vivir sin ver Lady, Diomedes o la novela
de la monja, aunque bueno por estas últimas tres, yo si preferiría no tener
televisor.
Las fiestas:
Al parece en esta poca cada semana había una fiesta, no importaba que día de la
semana fuera, claro como no tenían que madrugar a trabajar pues nada les
afanaba. Pero bueno ya en el momento de la fiesta esto era lo más aburridor del
mundo, en primer lugar no se le llamaba fiesta sino baile,las primeras dos o
tres horas eran dedicadas a eso, a bailar, porque cada “canción” por así
decirlo duraba media hora. Y el resto de la velada era compartir la cena y
luego dedicarse a los diferentes juegos de mesa que tuviesen en la casa donde
se llevaba a cabo el baile. Si tenían ajedrez y no póker y usted no sabía jugar
ninguno de los dos, se jodia y le tocaba quedarse mirando para el techo
esperando a que el dichoso baile se acabara.
Nada puede ser más diferente hoy en día, primero el
que haga una fiesta en su casa merece el respeto de todo el mundo, pues recoger
el desorden el día siguiente es la mayor razón por la que alguien lo piensa dos
veces antes de hacer una fiesta. Segundo
no me imagino bailando con una misma persona media hora seguida sin descanso,
lo más cerca que se pueda estar hoy en día es en una mezcla de merengue que por
mucho dura 15 minutos y en la que después de terminar usted prácticamente ya no
siente las rodillas. Además ¿qué habla uno con alguien media hora? Se tendrá
conversación para los primeros 5 minutos pero después solo queda un silencio
incomodo. Tercero, el tema de la comida pasa a un segundo plano, es mas por lo
general para las fiestas la gente ya ha comido antes y solo se ofrece uno que
otro pasaboca para que se acompañe el trago, porque eso si que no puede faltar
en una fiesta. Mientras que en esa época si se tomaban dos o tres copas de vino
era mucho.Y lo de los juegos de mesa, creo que eso se deja para reuniones
informales de familias o amigos en donde básicamente se dedican a pasar el
guayabo de manera grupal, pero el que no quiera jugar se puede ir a dormir o
enciende el televisor y tema resuelto.
La música:
Este tema es el que mayor cambios ha tenido gracias a Dios, pues en aquella
época todo el mundo debía tocar algún instrumento y si se quería escuchar
música los asistentes al evento debían ser quienes tocaran y cantaran para
amenizar el rato. Por lo general quienes hacían esta labor eran las mujeres,
pues dentro de sus múltiples talentos este no podía faltar.
Hoy en día el que cante para amenizar una fiesta es
porque esta tan borracho que ya perdió toda la pena del mundo y por lo general
canta tan horrible que el público no está disfrutando, es mas el que la gente
grite, aplauda o aliente al personaje es solo porque se está burlando, y
obviamente no falta el que con un celular este grabando semejante acto para que
más adelante lo pueda subir a YouTube, Facebook o se una a la colección de
videos familiares que amenizan una tarde de Guayabo.
Las mujeres:
Las mujeres eran presentadas en sociedad a partir de los 16 años más o menos,
esto de presentarla en sociedad quería decir que ya era apta para que cualquier
hombre la escogiese para ser su esposa. Desde el momento de su presentación en
sociedad no existía otra misión para aquella mujer que la de agradar a todo
hombre que se cruzar con ella con el fin de que este le pidiese matrimonio.
Debían estar muy bien vestidas en todo momento, siempre tenían que estar a la
moda y por nada del mundo podían salir sin su sombrilla o su abanico. Debían
ser lo más sociables posible y debían alardear de sus muchos talentos. Se decía
que la mujer perfecta en ese tiempo debía leer, escribir, cantar, tocar algún
instrumento, dibujar, hacer artesanías tener los mejores modales y sobre todo
bailar bien. (Leyendo estos puntos más de una se dio cuenta que para esa
época en eso de ser la mujer perfecta se
jodio y que por mucho cumple con eso de leer y escribir).
Actualmente no se habla de presentaciones en
sociedad, pero hoy en día vemos niñas de trece años que parecen ser de 28 años
y que sin duda alguna su misión es atraer las miradas de los hombres, es
posible que si pudiesen casarse a esa edad más de una a sus 20 años ya tendría
una lista de 5 divorcios. Y qué decir de sus vestimentas, entre más corta o más
transparente sea su blusa más “sexy” se ven según ellas. En eso de los
talentos, muchas de estas se quedan cortas porqué como prefieren estar buscando
miradas de los tipos se les olvida estudiar y a duras penas saben leer y
escribir, eso sí, escriben con una ortografía que sacan corriendo a más de uno.
Sin embargo la lista de talentos que debe tener una mujer hoy en día ha
cambiado un poco, si le preguntamos a los hombres ellos dirían que la mujer
prefecta será una q tuviera buen cuerpo, bonita cara, que no diera cantaleta,
que sea comprensiva, que le guste el sexo en fin, la lista cambia
constantemente y con cada hombre, así que eso de ser la mujer perfecta no es
tan claro hoy en día.
El
matrimonio: como lo mencione anteriormente desde los 16 años las mujeres ya
estaban listas para casarse y su vida a partir de ese momento giraba en torno a
ese tema. La principal función de las madres era el lograr que sus hijas se
casaran con el mejor hombre que pudiesen encontrar. Asistían a cualquier evento
que las invitasen solo por el hecho de que debían llamar la atención. Si en una
fiesta un hombre sacaba a bailar a alguien más de dos veces prácticamente ya le
tenían el vestido a la mujer, sí a este la mujer le parecía atractiva, no había
tiempo que perder, es mas entre más pronto se casaran mejor. Solo importaba que
la mujer le pareciera atractiva y que este tuviese dinero suficiente para darle
a la mujer una vida sin aguantar hambre. Si a ella no le gustaba no importaba,
si se notaba que no iban a ser felices tampoco importaba, lo único importante
era que se casara antes de los 25, porqué ya después era mucho más difícil que
alguien se fijara en ellas. Por supuesto debían llegar vírgenes al matrimonio,
y en caso de perder su virtud antes la familia entraba en desgracia infinita y
absolutamente nadie en el pueblo volvería a dirigirles la palabra.
Lo sé, que locura. Menos mal no nos toco esa época.
¿Se imaginan a sus mamás tratándolas de casar con el primer tipo que les
hablara? De seguro estaríamos casadas con alguien que nada que ver, y aunque la
idea es que por lo menos nos casemos con algún tipo que tenga dinero, por ese
lado estaríamos jodidas porque bien pobretones que son los tipos por estos
lados, bueno no todos… los de plata mínimo son traquetos. Y que me dicen de los
hombres, los pobres le huirían al matrimonio aun más, y como no, si al bailar
con alguna vieja ya prácticamente lo están casando. Y ni hablar del tema de la
virtud, si observan dentro de sus familias estoy más que segura que hoy en día
serian unas familias muy desgraciadas, porque eso de llegar virgen al
matrimonio no se ve ni en las mejores familias.
No se ustedes pero me mantengo en que tal vez nos
toco vivir en la mejor época, sería bueno mantener una que otra tradición de
ese entonces, pero dentro de lo normal me considero afortunada nos ha toca ver
la evolución de la tecnología, de la música y por supuesto de la televisión. Por favor
para esta última hagan de cuenta que lo de Diomedes, Lady, el Joe, la Monja
Laura y esas otras estupideces que se han inventado, nunca pasó.
Cat...
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